martes, 23 de marzo de 2010

El sistema de infiltración-precolación, filtro de arena y físico-químico

El sistema de infiltración-precolación, filtro de arena y físico-químico; con los tratamientos de desinfección: ozono, bióxido de cloro y ácido peracético.

Sistema de infiltración-precolación
En el sistema de infiltración-percolación se ha mostrado más efectivo para las dos cargas hidráulicas ensayadas, en comparación con el resto de los sistemas de filtración empleados en el proyecto.
Como resultado del paso del agua por el sistema de infiltración-percolación se obtiene una gran eliminación de sólidos en suspensión y una disminución importante en la materia orgánica.

Filtro de arena
En filtro de arena se consigue únicamente una reducción de sólidos en suspensión y como consecuencia una disminución en la materia orgánica, no mostrándose efectivo en la eliminación de bacterias y virus.
Para evitar que las partículas pasen a la distribución del agua se utilizan filtros de arena, diseñados para caudales de 3 a 10 o mas m2)m3)H.
Si se hace pasar agua a través de un lecho de arena, las partículas en suspensión son retenidas por el mismo, tanto más profundos cuando mayor es la velocidad de filtración y cuando menores y menos adherentes son las partículas.
Filtración lenta ( Filtros de arena)Se utiliza cuando las aguas de la superficie están poco cargadas en materias de suspensión o turbiedad. En estos filtros, la eficiencia se localiza en los milímetros superiores y se debe a la acción biológica, ya que, debido a las bajas velocidades se crea una membrana viva, constituida por algas y microorganismos que segregan diastasas los cuales coagulan las materias coloidales del agua.
Se realiza en tres etapas:
-Debaste.Velocidad de 20 a 30 m3)m2) día
-Pre filtración. Velocidad de 10 a 20
Filtración. Velocidad de 5 a 10

Sistema físico-químico
El sistema físico-químico, supone una mejora respecto al filtro de arena, por adición previa de floculantes. Se consiguen reducciones comparables en cuanto a sólidos en suspensión y turbidez al sistema de infiltración-percolación. No presenta efectos desinfectantes en cuanto a bacterias y virus, pero si se muestra efectivo en la eliminación de protozoos. (Huertas, Folch, Vergés, Pigem & Salgot, n.d.).


La acción bactericida del bióxido de cloro se debe a la reacción sobre los aminoácidos proteicos, produciendo la inactivación del sistema enzimático y las proteínas de membrana.
La dosis de bióxido de cloro en función de la procedencia del efluente (sistema de filtración) han resultado adecuadas para obtener una reducción total en cuanto a coniformes fecales. El bióxido de cloro se ha mostrado igual de efectivo tanto para el indicador bacteriano como para los indicadores virales.
El ácido peracético actúa sobre la membrana lipotrotéica de los microorganismos modificando la acción transportadora para las proteínas que dan lugar a la lisis.
Los efluentes procedentes del sistema de infiltración-percolación han necesitado las dosis más bajas de ácido peracético.
La acción bactericida del ozono tiene lugar por el poder oxidante que actúa sobre los radicales e iones que forman parte de la membrana bacteriana. Para que tenga lugar la acción germicida se debe cubrir la demanda de ozono del agua, por lo que la dosis aplicada no corresponde con la dosis de ozono transferida, variando la función del agua a tratar.
El tratamiento con ozono ha reducido la totalidad de los coniformes fecales. (Huertas et al, n.d.).

Las líneas de tratamiento, para las que se obtiene un agua de mejor calidad son las que utilizan como pre tratamiento o sistema de filtración la infiltración-percolación, aplicando menor dosis de desinfectante químico y menor radiación. El tratamiento físico-químico, a pesar de no producir una calidad de agua equiparable a la infiltración-percolación, presenta notables mejoras respecto al filtro de arena.
Respecto a los sistemas de desinfección, las líneas con bióxido de cloro y ozono son las más efectivas, pero la ozonización comporta un costo muy elevado. Tampoco garantiza resultados homogéneos a lo largo del tiempo, a diferencia del bióxido de cloro que se muestra como un desinfectante poco alterable. La línea de tratamiento a elegir vendrá condicionada por la calidad del agua residual a tratar y su posterior reutilización.
Sin embargo, la combinación de infiltración-percolación con bióxido de cloro es la única línea de trabajo capaz de generar un efluente apto para la recarga de acuíferos por inyección directa. (Huertas et al, n.d.).

No hay comentarios:

Publicar un comentario